miércoles, 28 de mayo de 2014

"Sí, sí, señores... Yo soy de Boca (Sinceramente)" (fecha desconocida)

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"Sí, sí, señores... Yo soy de Boca (Sinceramente)" (fecha desconocida), es otra versión de la marcha compuesta por Santos Lipesker, en este caso por el conjunto Los Campeones, del que ya presentamos varias canciones.


Esta interpretación se encuentra incluida en un disco cuya tapa es la famosa postal de la Ciudad Deportiva de Boca Juniors, a pesar de que ninguno de sus dos lados contiene un tema que haga referencia a la misma. Por lo tanto, si bien la fecha de edición del disco es (para nosotros) desconocida -no aparece en ninguna parte del disco ni figura en los registros de SADAIC-, probablemente haya salido a la venta entre los años 1969 y 1970, por dos razones. Primero y principal, para esos años gran parte de las construcciones de la Ciudad Deportiva, sus islas, confitería, pileta, etc., ya estaban construidas y en funcionamiento, tal como puede verse en la típica postal. En segundo lugar, los discos, como estrategia de venta, solían editarse luego de la obtención de algún campeonato, y desde el comienzo de las obras (1965) hasta el abandono definitivo de las obras del gran estadio (1975) Boca obtuvo dos campeonatos, precisamente en 1969 y 1970.

En esta marcha con estilo brasilero, a diferencia de Los Alegres Cantores, Los Campeones sólo cantan la estrofa principal del tema, la que corresponde exclusivamente al cantito del Jugador Número Doce.

Sin mucho más por comentar, dejamos la canción, a modo de registro musical, para demostrar que, así como la versión de la marcha oficial de Boca juniors por Los Alegres Cantores no es la única que existe, tampoco lo es la de la marcha Sinceramente.

Letra:

[Coros del Jugador Número 12 de fondo, a lo largo de toda la marcha]

Sí, sí, señores, yo soy de Boca
sí, sí, señores, de corazón
porque este año desde La Boca
desde La Boca salió el nuevo campeón.

lunes, 26 de mayo de 2014

"Sinceramente (Sí, sí, señores, yo soy de Boca)" (1966)

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"Sinceramente (Sí, sí, señores, yo soy de Boca)" (1966), es una marcha brasilera compuesta por Santos Lipesker, con letra del Jugador Número Doce e interpretada por Los Alegres Cantores con la colaboración de Atilio Pozzobón, "El Fanático".

Esta versión de Los Alegres Cantores fue sin dudas la más difundida entre las distintas adaptaciones boquenses de la popular marcha de Lipesker. Tal vez haya incidido en gran parte la colaboración de Atilio Pozzobón interpretando el mismo personaje de fanático de Boca que hacía en un sketch para el programa Telecómicos. En dicho programa, "el Fanático" -que siempre llevaba puesta una (o dos) camisetas de Boca- era entrevistado por Calabró quien le consultaba acerca de su fanatismo por Boca, el cual Pozzobón siempre negaba pese a que la evidencia demostrara lo contrario (Véase: "Atilio Pozzobón: 'Fanático yo' para siempre", Imborrable Boca; o este ejemplo de la transmisión). 

En este caso, como introducción a la marcha Sinceramente, aparece un diálogo telefónico entre nuestro fanático y una encuestadora que está armando estadísticas sobre popularidad de los clubes de fútbol argentinos. Pozzobón amablemente dice que es de Boca. Por cómo se altera enseguida, podemos imaginarnos a la encuestadora diciéndole algo así como: "Pero no puede ser, ¡¿son todos de Boca?! No puede ser...".

El tema, tal como mencionamos en la presentación de esta versión bostera de la marcha de Lipesker, es la recontra afirmación del ser boquense. Acá no sólo sería la confirmación individual, sino (sobre todo) colectiva. La encuestadora no puede creer que todos o la gran mayoría a los que llama sean hinchas de Boca, como no lo pueden creer -o no lo quieren creer- los hinchas de RiBer, que desconocen o niegan los resultados de absolutamente todas las encuestas de popularidad hechas a lo largo de la historia que, por supuesto, dan a Boca como "ganador", sobre todo entre los sectores de menores recursos donde ahí sí tiende a realizarse el mito de "la mitad más uno". Pero el tema de la popularidad y las encuestas ya fue tratado.

Letra: 

[Suena dos veces el timbre del teléfono. Atiende Atilio Pozzobón, "El Fanático":
"-Hola, sí. ¿De una encuesta? Aja. Quieren saber cuántos simpatizantes tiene cada club... Bueno, mire, yo soy de Boca. ¿Cómo? Sí, yo soy de Boca. ¡¿Quéeee?! ¡¿Que no puedo ser de Bocaaa?! ¡¡Que no puedo ser de Boca dice!! ¡¡Muchacho', ¿¡escucharon??!! ¡Que yo no soy de Boca...!
¡¡Escuche esto, escucheee!!"]

Sí, sí, señores, yo soy de Boca
Sí, sí, señores, de corazón
porque este año, desde La Boca
desde La Boca, salió el nuevo campeón. (x2)

[Atilio Pozzobón:
"¡Y dale, y dale, y dale Boca dale!
¡Boooooocaaaaaaa!"]

Sí, sí, señores, yo soy de Boca
Sí, sí, señores, de corazón
porque este año, desde La Boca
desde La Boca, salió el nuevo campeón. (x2)

Campeón, campeón, campeón, campeón
fue Boca y siempre lo será
porque este año en La Bombonera
sí, sí, señores, salió el nuevo campeón.

domingo, 25 de mayo de 2014

El origen de "Sí, sí, señores... Yo soy de Boca"

"Sí, sí, señores... Yo soy de Boca" es de las frases que más nos identifica como hinchas xeneizes. Es es el grito en la cara al resto de la doble afirmación de todo lo que somos. Somos de Boca, y nada más.

Este simple pero directo canto, hoy adoptado por cualquier hinchada de cualquier equipo en cualquier división que haya alcanzado o esté por alcanzar un campeonato, nació en 1954, el año en que con un equipo austero, "a lo Boca", nuestro club se coronó campeón tras 9 años (la última estrella correspondía al año 1944), rompiendo además con la monotonía del paladar negro de Nuñez. 

Dicen los que saben, que aquella décimo quinta estrella fue la más festejada por el pueblo boquense, y numerosas crónicas e imágenes pueden dar fe de ello. Así como también lo prueba el récord histórico de espectadores en un estadio de fútbol que alcanzó Boca, con un promedio de más de 29 mil espectadores por partido, en un país cuya población no representaba ni la mitad de la actual.

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Pero la melodía de nuestro más emblemático cantito popular no fue un invento boquense. Tiene un autor llamado Santos Lipesker, que el 4 de enero de 1954 registró y grabó una marcha llamada "Sinceramente", que rápidamente se popularizó entre los argentinos, en tiempos de radios encendidas las 24 horas del día. Tal vez en el éxito de esta marcha haya tenido algo que ver el hecho de que Lipesker, por ese entonces, era el director de la orquesta estable de Radio El Mundo.

La letra original era la siguiente:

"Sinceramente, te juro vida
sinceramente, te juro amor
que sin tus besos y tus caricias
es imposible seguir viviendo así.

Amor, amor, amor, amor
dulce palabra que está en los labios
de quien te adora con todo el corazón."
Sin embargo, es indudable que la mayor popularidad de esta marcha se la dio la propia hinchada de Boca al inmortalizarla con su versión de la letra que, simplemente ("sinceramente"), dice así:

"Sí, sí, señores, yo soy de Boca
sí, sí, señores, de corazón
porque este año desde La Boca [como variante podía cantarse "de La Ribera"]
desde La Boca, salió el nuevo campeón."

Nos resultó imposible encontrar la canción original de 1954, es decir, sin nuestro canto impregnado sobre ella. Sin embargo, encontramos una versión moderna (de 1980) y bailantera de la misma (que pueden escuchar acá: https://www.youtube.com/watch?v=Bd0VKe51Nr8&feature=youtu.be).

A meses de cumplirse 60 años de aquel emblemático campeonato, presentaremos una a una las versiones boquenses de estudio de la marcha Sinceramente, con música de Santos Lipesker y letra del Jugador Número Doce.

Que las disfruten.
Y que de La Boca este año salga el nuevo campeón.

miércoles, 14 de mayo de 2014

"La cumbia boquense" (1968)

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"La cumbia boquense" (1968), cumbia compuesta por "Carde" (Rafael Cardenutto) y Octavio Martingano e interpretada por Oscar de Marco y su Conjunto, es una canción dedicada al amor incondicional del pueblo boquense por los colores azul y oro. Su estribillo no es otro que una reversión de un cantito de la hinchada coreado, como mínimo, desde la década del '50. Basta recordar el valcesito de nuestro "arquero cantor", Julio Elías Musimessi, "A Boca lo queremos", de 1955, para validar esta afirmación. El estribillo de dicha canción es el mismo que el de esta cumbia: "¡Ganamos o perdemos, a Boca lo queremos!".

Así, la aparición de esta cumbia en 1968 tiene su perfecta razón de ser en cuanto a que Boca, en primer lugar, se encontraba en un período de "malas" en
lo futbolístico -su única y no despreciable satisfacción durante los tres años previos fue continuar contribuyendo a la virginidad de RiBer, el eterno segundo, que se mantendría hasta 1975-. Pero, en segundo lugar, aún así bailaba cumbia, ritmo digno del origen popular de su gente y carnavalesco de su barrio. Una cumbia que era la fiel expresión de esa manera de sentir, de vivir la vida que es "ser de Boca", que no se mide con resultados, que no tiene explicación.

Oscar de Marco nos llama a todos a cantar esta cumbia boquense, "porque Boca lo merece por todo lo que nos da". Y sí, y tengámoslo siempre presente. Boca nos dio todo, a muchos, nuestras máximas alegrías. Que la "buena costumbre" del éxito deportivo reciente nunca, jamás, se convierta en un velo de ceguera que opaque no sólo nuestro amor por el club sino, sobre todo, la defensa de su historia, de su identidad. No dejemos nunca de "ser de Boca", no dejemos nunca de ser Pueblo y Carnaval.

Letra:

En La Boca bailan cumbia
y le enseñan a bailar
porque son los profesores
de este ritmo colosal.

Cuando salen a la cancha
a jugar de igual a igual
aunque pierdan el partido
siempre se oye este cantar:

"¡Ganamos o perdemos,
a Boca lo queremos!" (x4)

["¡uuuyyy!
¡de película!
¡qué lindo!"]

Esta es la cumbia de Boca
que todos deben cantar
porque Boca lo merece
por todo lo que nos da.

Sus colores azul-oro
llenos de esperanza están
por eso su noble hinchada
siempre a coro cantará:

"¡Ganamos o perdemos,
a Boca lo queremos!" (x4)

martes, 6 de mayo de 2014

"Acuarela ribereña" (1959)

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"Acuarela ribereña" (1959), es un tango con música de Máximo Barbieri (guitarrista que supo acompañar a Rivero) y letra de "Orlando Vera" (Orlando Boschi), interpretado por Edmundo Rivero, cantor del que ya presentamos un tango dedicado al fútbol en general como deporte popular, pero que por supuesto menciona a Boca como estandarte (nos referimos a "Pelota de cuero").

En particular, este tango está dedicado a La Boca, y así como tantos otros poemas cantados a la barriada boquense (por ejemplo, "Un paseo por La Boca", de Carlitos Balá, o "Marcha de La Boca", por Vicente Castronovo, entre tantos otros), pinta distintas escenas, menciona diversos personajes, describe costumbres y arquitecturas.

Menciona a Juan de Dios Filiberto, a Quinquela, a Gabino Coria Peñaloza (uno de los autores del tango Caminito), el puerto con sus "barcos carboneros", las casas de chapa, el xeneize, los escalones de las calles y, por supuesto, nuestra amada Bombonera:
"Cuántas tardes domingueras de recuerdos y emociones en la vieja Bombonera por cuestiones de algún gol..."
...que con tan sólo 19 años de vida ya era "vieja" para la época en que se grabó este tango. Claramente, el adjetivo no hacía referencia a la edad; remite, en cambio, a su clasicismo, a su impronta de coloso, a la cantidad de vivencias y vibraciones que en ella ya por entonces se encontraban impregnadas en sus paredes. No es, sin dudas, un estadio más. Es un estadio único en el mundo. No por nada tantos poetas la escribieron, tantos cantores la cantaron y tantos de nosotros la defenderemos hasta la muerte. Porque La Bombonera es vieja hoy, con casi 74 años, tan vieja como lo era a los 19, tan vieja como lo será siempre. Y "viejos son los trapos", los trapos con los que fue adornada en sus casi tres cuartos de siglo. Y viejo es el aliento que en ella se guarda y que se saca a relucir cada domingo de por medio.

Letra: 

Las casitas pintorescas del gran barrio ribereño
simbolizan una historia que jamás tendrá su fin
porque fueron musicadas por Juan de Dios Filiberto
y en el lienzo están fijadas por don Quinquela Martín.

Caminito gambeteado por los tauras de otros tiempos
de los tiempos de Gabino y del turbio bodegón
de hombres grandes que pusieron una yunta de tronqueros
pa' subir la repechada de algún falso metejón.

Pinta un tango la nostalgia de los barcos carboneros
La Ribera, la cortada y a lo lejos el fondín
escalón en la vereda pa' cuerpear la Sudestada
de arquitectónicos puros techos de cinc.

Viejos patios coloniales adornados con glicinas
donde el "Nano" con su mina filigranas dibujó
ya las cosas van cambiando pero viven los recuerdos
mientras giman los violines o rezongue un bandoneón.

Cuántas tardes domingueras de recuerdos y emociones
en la vieja Bombonera por cuestiones de algún gol
y Barracas que fue cuna de mis grandes goleadores
serenata de acordeones y un xeneize de cantor.

Y la nonna que esperaba las caricias del que nunca
se arrimó para besarla ni en su nido quiso anclar
va fondeando su esperanza en el mundo del silencio
y este tango de recuerdo me la nombra pa' llorar.