martes, 6 de mayo de 2014

"Acuarela ribereña" (1959)

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"Acuarela ribereña" (1959), es un tango con música de Máximo Barbieri (guitarrista que supo acompañar a Rivero) y letra de "Orlando Vera" (Orlando Boschi), interpretado por Edmundo Rivero, cantor del que ya presentamos un tango dedicado al fútbol en general como deporte popular, pero que por supuesto menciona a Boca como estandarte (nos referimos a "Pelota de cuero").

En particular, este tango está dedicado a La Boca, y así como tantos otros poemas cantados a la barriada boquense (por ejemplo, "Un paseo por La Boca", de Carlitos Balá, o "Marcha de La Boca", por Vicente Castronovo, entre tantos otros), pinta distintas escenas, menciona diversos personajes, describe costumbres y arquitecturas.

Menciona a Juan de Dios Filiberto, a Quinquela, a Gabino Coria Peñaloza (uno de los autores del tango Caminito), el puerto con sus "barcos carboneros", las casas de chapa, el xeneize, los escalones de las calles y, por supuesto, nuestra amada Bombonera:
"Cuántas tardes domingueras de recuerdos y emociones en la vieja Bombonera por cuestiones de algún gol..."
...que con tan sólo 19 años de vida ya era "vieja" para la época en que se grabó este tango. Claramente, el adjetivo no hacía referencia a la edad; remite, en cambio, a su clasicismo, a su impronta de coloso, a la cantidad de vivencias y vibraciones que en ella ya por entonces se encontraban impregnadas en sus paredes. No es, sin dudas, un estadio más. Es un estadio único en el mundo. No por nada tantos poetas la escribieron, tantos cantores la cantaron y tantos de nosotros la defenderemos hasta la muerte. Porque La Bombonera es vieja hoy, con casi 74 años, tan vieja como lo era a los 19, tan vieja como lo será siempre. Y "viejos son los trapos", los trapos con los que fue adornada en sus casi tres cuartos de siglo. Y viejo es el aliento que en ella se guarda y que se saca a relucir cada domingo de por medio.

Letra: 

Las casitas pintorescas del gran barrio ribereño
simbolizan una historia que jamás tendrá su fin
porque fueron musicadas por Juan de Dios Filiberto
y en el lienzo están fijadas por don Quinquela Martín.

Caminito gambeteado por los tauras de otros tiempos
de los tiempos de Gabino y del turbio bodegón
de hombres grandes que pusieron una yunta de tronqueros
pa' subir la repechada de algún falso metejón.

Pinta un tango la nostalgia de los barcos carboneros
La Ribera, la cortada y a lo lejos el fondín
escalón en la vereda pa' cuerpear la Sudestada
de arquitectónicos puros techos de cinc.

Viejos patios coloniales adornados con glicinas
donde el "Nano" con su mina filigranas dibujó
ya las cosas van cambiando pero viven los recuerdos
mientras giman los violines o rezongue un bandoneón.

Cuántas tardes domingueras de recuerdos y emociones
en la vieja Bombonera por cuestiones de algún gol
y Barracas que fue cuna de mis grandes goleadores
serenata de acordeones y un xeneize de cantor.

Y la nonna que esperaba las caricias del que nunca
se arrimó para besarla ni en su nido quiso anclar
va fondeando su esperanza en el mundo del silencio
y este tango de recuerdo me la nombra pa' llorar.

1 comentario:

  1. Hermosa poesía, que , ademàs de Boca, homenajea a Quinquela, a Filiberto y a un Nano que no sé quién es, pero debe haber sido famoso.

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